pa quien lo quiera

               Capítulo anterior. De camino a casa por si no hubiera tenido ya suficiente resulta que me paró la policía para hacerme un par de preguntas (jajajajaajajajajaja), nada fuera de lo normal tratándose de mi por que por lo que sea la policía tiende a pararme muy a menudo para interesarse por mi vida (algún día hablare de la fijación casi obsesiva que tiene la policía conmigo), bien pues como iba diciendo a escasos metros de mi casa sin que yo hiciera o dijera nada, la policía decidió pararme para preguntarme si estaba bien, que hacia, que había hecho esa noche, si quería que me acercaran a casa (algo que considere muy amable por su parte, pero sinceramente no creia que mi estado fuera tan lamentable la verdad, o no comparado con otras ocasiones al menos jajajaajajaja), bueno, después de la pregunta de la amabilidad le siguió la pregunta de si portaba o no drogas o si me había drogado esa noche, a la que yo conteste con seriedad y rotundidad con un no… da igual lo borrach

            CAPÍTULO ANTERIOR Recuerdo esos primeros días cuando nuestra amistad se comenzaba a atisbar, recuerdo como yo quería hablar contigo, inventar cualquier excusa que me diera tema de conversación, nada funcionaba, ese Benjamín ocurrente y simpático que siempre tiene algo que decir se escondía detrás de esa miscelanea confusa y embarullada que eran sus sentimientos incomprendidos por aquel entonces, por suerte tu siempre fuiste la lista de los dos y ya te dabas pie tu misma para que comenzáramos a hablar de cualquier tema intrascendente pero a hablar al fin y al cabo, luego, en clase las cosas eran un poco diferentes,