Seguro
que conocéis la famosa cita de:
“Si de verdad quieres algo déjalo marchar” ¿Verdad?, mucha gente suele acusar de cobardes a las personas que se
escudan bajo esta frase por no tener los huevos suficientes de luchar
por lo que de verdad quieren, ya sea un objetivo o una persona. Mi
sincera opinión acerca de esto es que todo
depende de la circunstancia:
hay momentos en los que por lo que sea te tienes que alejar de una
persona sin que esto suene a escusa barata o a acto de cobardía,
simplemente se trata de algo que beneficia a lo dos, aunque en un
principio pensemos que se trate de un acto hipócrita y egoísta.
Esto se ve claramente por ejemplo cuando no vas al aeropuerto para
evitar la despedida de tu pareja, en ese momento desearías con todas
tus fuerzas ir, pero con el
paso del tiempo te das cuenta que quizás así es mejor.
Pues del mismo modo cuando una relación de pareja implica un
problema o al menos supone un obstáculo en la consecución
de un objetivo si de verdad
sientes que puede ser algo trascendental y
de verdad quieres a la otra persona deberás decidir que tiene
prioridad.
Generalmente escribo cosas personales, algunas mas menos duras, pero siempre circunstancias de mi vida, el post de hoy va a marcar un antes y un después en este blog, va a ser el más duro, sincero y sin tapujos que he escrito en mi vida, voy a contar cosas que jamas he contado por que me da miedo contarlas , ni si quiera en mi libro, imaginaros lo que viene, voy a ser mas sincero y duro que nunca y no os podéis ni imaginar lo mucho que me cuesta eso.
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