Siendo
sinceros, es una mierda levantarse borracho de recuerdos, después de
soñar con esa persona que por culpa de un mal golpe arrancaron de
tu vida...está bien, es cierto que que la indecisión y una
falta absoluta de sinceridad por mi parte también fueron las
culpables de que las cosas acabaran así. No estamos hablando de
mentiras o infidelidades, sino de esa sinceridad emocional que
es tan jodida de expresar, mas aun cuando te intimidan con una
sonrisa y un carácter amable hasta conseguir amordazar tus palabras
por completo. En días como hoy, cuando deseo estar atrapado de
manera permanente en mis sueños, me doy cuenta de lo injusta que es
la realidad, cuando tus ojos se abren y recibes esa bofetada en toda
la cara. Entonces espabilas y te das cuenta con amargura que es
mentira, por muy real e intenso que fuera es mentira, tu mente te
dice sin parar lo que quiere y a quien quiere, tu lo sabes de sobra,
pero durante el día tratas de auto-convencerte que no es así, como
único remedio para dejar de sufrir, luego por la noche, la verdad
vuelve a mostrarse en tus sueños en forma de una sonrisa sin que
puedas hacer nada al respecto, y de nuevo por la mañana, vuelta a
empezar, a fingir que nada ha sucedido, a tratar de
olvidar...egoistamente y sin ningún tipo de evidencia real tengo la
absurda certeza de que algún día por algún motivo nuestras vidas
se volverán a cruzar más allá de la barrera de los sueños. De
nuevo en la realidad tan solo tu y yo.
Generalmente escribo cosas personales, algunas mas menos duras, pero siempre circunstancias de mi vida, el post de hoy va a marcar un antes y un después en este blog, va a ser el más duro, sincero y sin tapujos que he escrito en mi vida, voy a contar cosas que jamas he contado por que me da miedo contarlas , ni si quiera en mi libro, imaginaros lo que viene, voy a ser mas sincero y duro que nunca y no os podéis ni imaginar lo mucho que me cuesta eso.
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