Cuando escribes a cerca de
sentimientos nunca sabes muy bien por donde comenzar, como he dicho
ya infinidad de veces y aun a riesgo de que esta frase se convierta
en una muletilla que acompañe mi vida creo que es una gran verdad,
los sentimientos son exactamente eso, sentimientos, se sienten no se
explican, si fuera sencillo plasmar con palabras lo que los
sentimientos nos dicen entonces dejarían de ser sentimientos. De
algún modo perderían su valor si fuéramos capaces de expresarlos
con milimétrica precisión, es lo bonito y lo duro de sentir, nadie
puede sentir por nosotros, cada uno es dueño sin control alguno de
sus propias emociones, nadie puede ponerse en nuestra piel, aun en el
supuesto de que fuéramos capaces de expresar lo que sentimos con
máxima y absoluta precisión a través de palabras o algún otro
tipo de lenguaje nos veríamos separados irremediablemente por la
interpretación que le damos a los mismos, da igual lo bien que
plasmemos una emoción, pues a la hora de leerlo o verlo cada persona
va a tener su particular forma de comprender y de sentir lo que le
estamos contando. La extrema dificultad de los sentimientos no
termina aquí, sino que es un paupérrimo inicio de un tema
probablemente sin fin pues cada insignificante emoción es diferente
en cada persona, cambia de forma extrema en cuestión de décimas de
segundo, es impredecible, depende de nuestro estado, de la persona
que nos lo diga, del momento, del tono de su voz, de la rotundidad de
sus palabras, del frío, del calor, de la lluvia, de la ciudad… en
definitiva es inexplicable por que depende de absolutamente todo lo
que nos rodea, no hay una variable en el mundo que no intervenga de
una forma o de otra en nuestros sentimientos, haciéndonos sentir
valga la redundancia de forma diferente en función de como se
combinen todas ellas, por eso es imposible plasmar con palabras un
echo tan sumamente puntual, que varia en cuestión de milésimas de
segundo con una interacción infinita de factores de por medio, el
ejemplo mas claro que quizás se me ocurre es un te quiero, no es lo
mismo que te lo diga tu madre, tu abuela, tu hermana, un amigo, o tu
novia, por mas que yo te lo explique y tu trates de extrapolarlo en
tu vida podrás tener una sensación similar, podrás hacerte una
idea, pero en ningún caso sentir lo mismo que yo , he ahí la
dificultad de expresar algo que no se puede explicar. Incluso un te
quiero dicho por la misma persona puede tener connotaciones
tremendamente distintas en función de las circunstancias, véase por
ejemplo una despedida o en una boda, la misma palabra, dicha por la
misma persona es capaz de desatar tristeza y felicidad absoluta en
dependiendo de las circunstancias, por eso nunca conseguiremos
plasmar los sentimientos de forma real, debemos limitarnos a
conseguir una mera simulación que nos permita llevarlo vagamente a
nuestras vidas, pero siempre alejado de la realidad por una linea
increíblemente fina que lo separa, un te quiero y dos sensaciones
opuestas como la felicidad y la tristeza alejadas casi de forma
imperceptible solo por las circunstancias, es cierto que los extremos
se tocan, pues cada extremo de un punto esta unido a otro extremo del
punto que esta a su lado y este a su vez es extremo de un tercero y
así sucesivamente creando un círculo en el que nos da la impresión
de que todo está separado pero de una forma casi mágica junto al
mismo tiempo, no importa que las distancias sean infinitas, en este
caso todo esta separado y unido a la vez por absurdo que parezca.
Todo esto se traslada de una forma maravillosa a la literatura, un
libro de amor, romántico o que relate una historia que evoque una
exaltación sentimental en general, contará la misma historia una y
otra vez, pero será vivida de maneras completamente diferentes en
función de la persona que lo lea e incluso dependiendo la etapa de
tu vida en la que lo leas, pues no sentirás lo mismo si lo haces
cuando apenas eres un adolescente o siendo un adulto, el libro, la
historia, las palabras son exactamente las mismas, pero las
sensaciones que nos trasmite al leer son completamente diferentes,
incluso el sentido que le damos a la historia puede cambiar de manera
radical pues lo mas probable es que en edades tempranas no lleguemos
a comprender la verdadera profundidad de lo que el autor nos esta
intentando contar. Por eso son increíbles y maravillosos los
sentimientos, por que que son iguales para todos los seres humanos y
al mismo tiempo radicalmente diferentes, que nos hace ser únicos en
nosotros mismo.
Cuando hablamos de nuestro mundo y
de todo lo que nos rodea no podemos olvidar que de una manera o de
otra todo lo que vemos no es real, no existe, cada una de las
imágenes que se proyectan en nuestro cerebro no son mas que
interpretaciones gráficas de una infinidad de sensaciones y señales
que recibimos del medio que nos rodea y que nuestro cerebro organiza
y refleja de la forma que a el le parece, no es descabellado pesar
que todo lo que nos rodea no existe, o no tiene la forma que nosotros
creemos. Planteado desde este punto de vista entonces cabe pensar
¿Que es y que no es real entonces?, ¿Cual es la realidad autentica
o definitiva de lo que nos rodea?, tampoco soy un experto en el tema
ni mucho menos, pero bueno mi sentido de la lógica me dice que todas
son realidades a su manera, lo que nosotros vemos es nuestra
realidad, lo que un pájaro ve he interpreta es su realidad, y así
con todos y cada uno de los seres que tiene capacidad de visión o de
una interpretación tridimensional de las señales que reciban del
medio, no creo que exista una realidad absoluta o definitiva, no creo
que el ser humano llegue a tal punto de poder asegurar que
determinada realidad es definitiva y no una interpretación, no creo
que seamos capaces jamas de desencriptar la verdadera realidad de las
cosas. ¿Adonde quiero llegar con todo esto?, sinceramente no lo se
ni yo, hay días en los que tan solo quiero escribir, sin preocuparme
una mierda por las faltas de ortografía o mis errores de puntuación,
por que adivinadlo, son tan solo una interpretación, de alguna u
otra forma todo lo que vemos es real y no lo es al mismo tiempo,
bromas a parte, ¿Tiene sentido pensar en la existencia cuando ni si
quiera nosotros mismos podemos asegurar rotundamente si el boli que
sostenemos en la mano es real o no o, si su forma es tal cual
nosotros la percibimos?.
Demasiadas vueltas sin sentido
pensareis, no del todo, al final es terriblemente paradójico pensar
que un universo en teoría infinito se puede comprender en una linea
aterradoramente estrecha, algo infinito cabe en una diminuta
interpretación de miles de percepciones, la linea que separa la
felicidad del dolor mas insoportable, la vida o la muerte es muy muy
estrecha, mas estrecha incluso que el diámetro de un simple cabello,
una insignificante conexión neuronal de un diámetro menor que el de
un pelo es la invisible linea que nos separa de vivir o morir, cruel
o no es la realidad (Puede que a lo mejor no sea tan sumamente
extremo, pero se entiendo la cuestión), el sentido final de lo que
digo es que todo un universo infinito está comprendido en una
separación insignificante, milimétrica, que distancia el amor del
dolor, la vida de la muerte en cuestión de décimas de segundo en un
universo infinitamente diminuto comprendido en un tiempo
implacablemente veloz que no perdona, que no se para, que nos separa,
que divide nuestras emociones y nuestra vida de forma caprichosa con
cada latido, latidos que nunca deben de cesar, pues el día que lo
hagan supondrá nuestro triste y cruel final. Entonces dejaremos de
sentir, dejaremos de vivir.
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