Las
circunstancias dejaron de ser un juego, paso a paso fueron ganando en
seriedad, los primeros años nada cambio, quizás la exigencia de los
entrenamientos iba a mas paulatinamente pero nada fuera de lo normal,
ademas yo seguía siendo un adicto del balón, era el primero en
llegar a entrenar y el último en irme, por que en realidad no lo
veía como un entrenamiento, tan solo jugaba como cualquier niño y
para mi era una gozada hacerlo en unas instalaciones deportivas de
esas características, la verdad era una pasada, a día de hoy me
sueltas en un campo así y también estoy entretenido durante horas,
en fin, el asunto es que antes de entrenar yo seguía con el balón y
después del entrenamiento también y entre medias sacaba algo de
tiempo para hacer los deberes. Con 9 años poca vida existía fuera
del fútbol (¿MEJOR ESTUDIAR O SER FUTBOLISTA?), salía de mi casa a las 7 de la mañana y llegaba a las
10-11 de la noche dependiendo del día cuatro veces por semana mas el
partido de los domingos, en este momento eres popular, a pesar de ser
muy muy joven ya gozas de cierta exposición, salí varias veces en
el periódico, cuando ibas a jugar determinado torneo también te
sacaban, en fin una serie de cosas que te hacían sentir como en una
nube, todo el mundo quería ser amigo tuyo, estabas rodeado de gente,
eran amables, simpáticos contigo, todo el mundo te buscaba y te
quería, yo no le daba importancia por que era demasiado joven para
pensar en la trascendencia que tenía lo que hacía, yo simplemente
jugaba a fútbol que era lo que me gustaba, lo demás me daba un poco
igual. Poco a poco los entrenamientos iban a mas, veías que la
exigencia y la competitividad era mayor, cada año que pasaba había
mas candidatos para la misma posición y hacerse un hueco en el
equipo titular era mas y mas difícil con el devenir de las
categorías, por suerte yo no tuve demasiados problemas pero aun así
comenzaba a darme cuenta que cada vez mas compañeros de la infancia
se iban a otros equipos para tener mas minutos. Poco después
llegaría el día que cambiaría mi vida para siempre.
A
los 10 años sufriría una lesión terrible en la pierna derecha,
después de una operación de casi 8 horas salí del quirofano, tuve
y tengo la inmensa suerte de que a mi alrededor se encuentran los
mejores médicos del mundo… Bueno, después de la operación todo
el mundo era muy muy pesimista con respecto a mi estado, incluso no
podían garantizar que pudiera volver a caminar con normalidad, el
fútbol por supuesto se había acabado, no podría
volver a jugar nunca mas a nivel profesional. Tu eres demasiado joven
para entender todo lo que te están diciendo, tan solo ves una
escayola, yo ya había estado lesionado otras veces y me había
recuperado, no entendía por que esa vez era diferente, mi ignorancia
y juventud me impedían ver la verdadera gravedad de la situación.
Por suerte el fútbol desde pequeño me enseño disciplina, esfuerzo
y sacrificio para poder organizar mi vida entorno al fútbol, cuanto
mas escuchaba a los médicos decir que era imposible que volviera a
jugar mas ganas tenía de demostrar que se equivocaban, mi
competitividad y orgullo salían disparados por todos lados, con el
paso de los días me fui dando cuenta de una cruel y dura situación
de la que no había sido consciente todos esos años, al final al
hospital tan solo fueron a visitarme una docena de amigos nada mas,
solo las personas que me querían de verdad se dignaron a darme apoyo
en los momentos mas duros de mi vida, fue ahí cuando me di cuenta de
que había estado viviendo en una mentira, todos esos amigos solo
estaban ahí por quien era, no por lo que era, la vida te da
un golpe de realidad en toda la cara y te enseña de una forma
despiadada quien es importante y quien no lo es, ya desde pequeño el
“éxito” o jugar en “x” sitio hace que vivas rodeado de
falsedad, mentiras e hipocresía que envuelve el fútbol y el deporte
en general, donde no te puedes fiar ni confiar en nadie, donde los
sentimientos y la amistad no existen, de repente todas esas personas
te dan de lado, es como si no existieras, cuando estas arriba si,
lo difícil es estar ahí cuando las
cosas se tuercen y por desgracia pocas personas estuvieron ahí.
Afortunadamente estuvieron las personas que en verdad son relevantes
en mi vida, aprendí a diferenciar para siempre quien merece la pena
que este a tu lado y quien no, lo aprendí a base de dolor y de
sufrimiento.
Esos
primeros días en el hospital fueron terriblemente duros para mi, ni
yo mismo me creo que pudiera superar todo aquello con la solvencia
con la que lo hice, del día a la noche toda mi vida se había
derrumbado, en un parpadeo, sin que yo fuera culpable de nada, sin
que pudiera haber echo algo para evitarlo, de repente estaba solo en
un hospital sin fútbol y sin amigos, rodeado de un inmenso dolor
físico, aturdido por los calmantes que me suministraban a diario y
con un dolor interior y sentimental imposible de callar o calmar.
Pasada una semana mas o menos, ese Benjamín de 10 años hizo un
ejercicio de madurez y de fortaleza inconmensurable, dejo todo atrás
y solo pensó en el día a día, no se como fui capaz de dejar esa
tremenda losa a un lado, de verdad que no lo se, siempre me sorprende
lo alucinantemente fuerte que era en el pasado en comparación con
como soy ahora. Pasado un tiempo prudencial lo asimile todo, una
semana después me mentalice que no iba a ganar nada quejándome, así
que movido por mi competitividad y por la rabia que sentía les dije
a los médicos que quería empezar a recuperarme cuanto antes, tenía
demasiadas bocas que callar, debía demostrarle a todo el mundo, los
que me habían fallado y los que estaban ahí apoyándome que se
equivocaban, que podía ser el mismo, que iba a ser incluso mejor. En
efecto pasadas unas dos semanas comencé la recuperación, no podría
describir esos días, decidí dejar un poco de lado el colegio y
centrarme al 100% en mi rabia y ganas de luchar, había días
en los que dedicaba mas de 10 horas a mi propósito… paso a
paso dedique todos y cada uno de los instantes del día a entrenar
sin descanso, los siete días de la semana, los desmayos y los
vómitos por el esfuerzo eran mi rutina, pero nada me importaba, daba
igual, no me quedaba nada por perder, todo había desaparecido ya. A
los dos meses se consiguió una recuperación casi milagrosa la cual
la medicina de hoy es incapaz de encontrar una explicación (de vez
en cuando me llaman y me piden consentimiento para utilizar mi caso
en estudios, proyectos o congresos). Después de un pronostico de 9
meses a 1 año sin garantías ese niño que lo había perdido todo
era capaz de trotar y andar rápido en tan solo 64 días. Una vez
dado este paso adelante tan brutal que es el de volver a caminar todo
el proceso se acelero de forma descomunal, a los 5 meses y medio
estaba prácticamente recuperado del todo, aun así después de una
lesión tan brutal se quiso tener cautela por que una recaída de la
lesión hubiera sido devastadora y definitiva, a los 7 meses y 21
días volví a entrar en un campo de fútbol, mas fuerte mas maduro y
con mas ganas que nunca como había prometido meses atrás, ese día
fue ademas terriblemente simbólico por que entre desde el banquillo
con el partido empatado, la primera pelota que toque fue una falta
que metí por la escuadra y que dio la victoria a mi equipo, después
de miles de horas de gimnasio lo había conseguido, había callado a
todo el mundo, les demostré que daba igual lo que la ciencia o la
lógica dijera, hay cosas que simplemente no se pueden explicar, a
veces la ciencia también se equivoca, los libros de medicina se
están reescribiendo constantemente por que cada día hay nuevos
descubrimientos, yo me levante en contra de todos movido por el dolo,
la rabia y mi espíritu competitivo y gane. Entonces todos esos
amigos volvieron a rodearme, volvieron a hablar conmigo a ser
simpáticos...etc, yo había tenido demasiado tiempo para pensar en
todo lo sucedido, desde ese momento me volví una persona mas fría y
calculadora, observando antes de actuar, con un carácter mas rudo,
directo e incluso tímido a ojos de ciertas personas, no soy timido,
tan solo espero para asegurarme de que eres o no buena persona para
dejarte entrar en mi vida, deje de hacerles caso a todos y cada uno
de ellos, incluso a mis amigos, cuando toda esa tensión, motivación
y ganas de luchar desaparció, cuando mi cabeza dejo de tener una
ocupación y un objetivo claro caí de golpe en todos esos problemas,
me sumí en una depresión terrible, me aleje no solo de ese mundo de
falsedad, intereses e hipocresía que crea el deporte en general y el
fútbol en particular sino también de mis amigos de verdad, me hundí
en una terrible y devastadora depresión en la que estaría atrapado
durante años (de eso hablare estos meses), después de superar el
escoyo mas grande de mi vida mi cabeza se quedo sin un objetivo claro
por el que luchar y todas esas dudas e inseguridades atacaron a ese
niño de 10 años. En efecto mi objetivo de volver mas fuerte y mejor
se cumplió en contraposición de lo que pensaban los mejores médicos
de este mundo, gane los títulos mas importantes de mi corta carrera,
jugué a máximo rendimiento en las mejores categorías correspondientes
a mi edad, fui el mejor, pasado un año y medio me rompí el
ligamento cruzado anterior también de la rodilla derecha, algo que
sumado a la terrible lesión en la misma pierna y combinado con lo
propenso que era a sufrir lesiones hizo que todo mi tren inferior se
descompensara, pues eran lesiones de extrema gravedad todas en el
mismo lado del cuerpo, curiosamente una lesión tan conocida con un
pronostico mucho mas optimista resulto llenarse de complicaciones al
combinarse con mi lesión anterior, me recupere también
relativamente rápido, pero el dolor fue mucho mayor, sufrí mucho
mas, no me pude recuperar por completo, tenia muchísimas
dificultades para caminar, luego la cadera derecha se desvió, me
operaron repetidas veces pero no acabamos de encontrar una solución.
Tuve que dejar el fútbol de alto rendimiento para siempre,
los primeros años incluso era incapaz de subir un escalón debido a
los dolores de rodilla y espalda, el dolor se cronifico, tenía que
tomar calmantes esporadicamente, no volví a caminar con normalidad
(tengo una cojera residual), no he vuelto a recuperar mi tono físico,
por suerte con el paso de los años y las intervenciones el dolor
desapareció, la cojera fue mejorando y hoy mas de 10 años después
hay esperanzas reales de volver a caminar con normalidad y poder
estar al 100%, evidentemente mi prometedora carrera como profesional
esta acabada con 25 años, pero el objetivo ahora es volver a caminar
después de 13 años de lucha poder volver a ser el mismo, por que en
todos estos años no he dejado de luchar, entreno prácticamente a
diario, no tanto como me gustaría por que tengo que compaginar mi
vida con la universidad, pero la intensidad y exigencias de los
tratamientos son tanto o mas duros que cuando era deportista
“profesional”, evidentemente es duro darte cuenta que después de
dedicar mas de 10 horas al día al fútbol este desaparezca, pues en
un principio los días se te hacen eternos, al final dedique mi vida
desde que tengo uso de razón al deporte, de repente me vi postrado
en una cama, tenia que llenar 10 horas de mi vida la día con algo
que no fuera fútbol, que no fuera deporte, evidentemente eso fue
duro y mas cuando eras consciente que todos “tus amigos” te
habían traicionado, que tu mundo se desvanecía y se desplomaba ante
tus ojos, ese tiempo libre lo único que hizo fue empeorar mi estado
emocional, por suerte fuimos dando pasos adelante en el ámbito
físico y emocional, ahora soy mejor persona, estoy rodeado de gente
que me quiere, salí de ese mundo de mentiras e intereses que es el
fútbol, es verdad que perdí lo mas valioso de mi vida, pero por
otro lado ahora puedo disfrutar del fútbol como cuando era pequeño,
sin ninguna presunción o animo de lucro, tan solo para divertirme,
gracias a el soy mejor persona, mas madura, mas fuerte, aprendí que
no importa lo que digan, si me lo propongo con toda mi alma puedo
conseguirlo, me enseño disciplina, me presento a las personas mas
maravillosas y autenticas que he conocido en mi vida, también
aprendí compañerismo, valores de lucha, trabajo en equipo, respeto
a los demás...en definitiva todo lo que tengo y todo lo que soy es
gracias al fútbol, es cierto que también me a arrebatado todo, me
ha echo mucho daño, pero solo ha sido para hacerme mas fuerte, para
enseñarme lo que merece y no la pena, para hacerme mejor persona y
poder disfrutar de la vida con plenitud valorando las pequeñas cosas
disfrutando cada momento como si fuera el ultimo, siendo a fin de
cuentas mejor y mas feliz como nunca antes había sido.
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