CAPÍTULO ANTERIOR Lirios de agua para ella
Recuerdo que aquel invierno fue particularmente frío y lluvioso en la ciudad en la que vivía por aquel entonces, al estar al lado del mar quizás las temperatura no caía demasiado, pero la sensación térmica se agarbaba bastante por la presencia de humedad en el ambiente acompañado todo de mucha lluvia y granizo que caía con mas frecuencia de lo habitual en aquel final de septiembre en comparación con otros años, los días eran cortos, yo era mas joven y mas o menos eso en mi no ha cambiado, sigo sin entender muy bien lo que pasó en aquella época, sigo teniendo dificultades para entender lo que pasa en mi día a día...
si me leéis un poco sabréis de sobra que tengo muchos problemas para manejar mi vida y mis emociones, pues imaginaros como sería ese Benjamín de hace ya casi siete años que empezaba a comprender la complejidad de la vida en todo su esplendor, totalmente perdido en el mundo, pensando para él mismo que lo tenia todo bajo control, que en la vida era él quien marcaba la pauta y el ritmo de los días sin darse cuenta que en el fondo tan solo era un simple pasajero del tiempo con una ligera capacidad de acción sobre su propio destino pero nada mas, sin poder dirigir ni controlar otra cosas que no fuera si mismo mientras poco a poco la madurez y la vida lo encarrilaban hacia la cruda realidad de la responsabilidad, trabajo, esfuerzo y por que no también el amor de verdad.
Los
días eran muy cortos, oscurecía muy temprano, era extraño pues
salia de casa por las mañanas cuando aun era de noche, apenas con
unos pequeños atisbos de sol que poco a poco se iban abriendo hueco
entre la oscuridad de la noche que agonizaba apagando todas las
estrellas que habían encontrado sustento en el infinito manto de la
noche. Del mismo modo cuando regresaba a casa la noche era cerrada
aun, sin rastro alguno de sol en este caso, por lo que me costaba
reconocer mi casa mas allá de las luces artificiales que la
alumbraban las sombras de la oscuridad, sin presencia alguna de luz
natural ni en la madrugada cuando me levantaba ni en la noche cuando
llegaba procedente de mis diferentes actividades extraescolares.
Me
resulta complicado relatar todo lo que sentí o experimente en el
principio del que, sin yo saberlo, acabaría siendo la antesala de
los mejores años de mi corta vida pues el tiempo ha pasado y ha
manipulado mis recuerdos, es algo que nos pasa a todos como forma de
autodefensa personal, siempre tendemos a recordar las cosas de una
forma mas positiva de lo que en realidad fue, a fin de cuentas lo que
estoy contando y lo que voy a contar no deja de ser una versión de
los echos, una versión eso si escrita por uno de los dos
protagonistas de esta historia que tan solo ha sufrido la influencia
impasible del tiempo y del propio presente, por desgracia no puedo
recordar cada palabra que me dijiste, no puedo tratar de describir a
la perfección lo que sentí, en primer lugar por que no encontraría
las palabras y en segundo por que mis pensamientos están
influenciados por los siete años que han pasado entre medias de
nuestra historia y por que no decirlo también por el presente y por
que mi forma de pensar y de escribir con el paso del tiempo también
ha sufrido para bien o para mal una evolución, quizás algo mas
asentada y menos agresiva directa y critica como en el pasado,
digamos que el tiempo y mis recuerdos no son por mas que yo lo crea
así fiel reflejo de la realidad que aconteció años atrás pues por
irónico que parezca ningún recuerdo es como lo recordamos, siempre
va a estar influenciado y matizado por los sucesivos recuerdos que
vamos almacenando posteriormente, por lo que no recordamos echos
individualmente en compartimentos estancos sino que somos una
sucesión y sumación dinámica de recuerdos que incorporan y
eliminan matices unos de los otros para formar en nuestra mente una
realidad del pasado que no es real en si misma sino una versión
aproximada de lo que en su día fue nuestra realidad, eh ahí lo
efímero de los recuerdos, por eso seria precioso que ella escribiera
su versión de nuestra historia y que vosotros pudierais leer lo
mismo pero contado tras los ojos de los dos protagonistas para poder
ver como la misma historia puede ser extremadamente diferente en
función de quien la cuente y de las influencias del entorno, el
presente y el pasado, sinceramente creo que seria
precioso….uuuuufffff otra vez mas divagando sin sentido sobre lo
que digo y como lo digo sin dar continuidad a la historia, al
menos todo esto me sirve de ejemplo improvisado,
así os hacéis
una idea mas aproximada
de como podía estar yo en aquellos instantes, si ni si quiera hoy en
día soy capaz de aclarar mis propios
pensamientos a pesar de haber
vivido ya esa historia, a pesar de haberla repasado una y otra vez,
aun sabiendo todos los datos y conociendo cada uno de los detalles
sigo sintiéndome
un poco perdido entre mi presente y
mi pasado, mis recuerdos y mis sentimientos. Sigo
sintiéndome insignificante dentro de la inmensidad de esta historia
y afortunado por haber formado parte de algo tan maravilloso a tú
lado, como a partir de algo increíble
comencé
a creer de nuevo en que quizás la vida no era tan cruel como yo
pensaba, como el destino cruzó caprichosamente nuestras vidas para
siempre fruto de la
casualidad enseñándome una lección inolvidable, todo y nada en
este mundo es felicidad, las personas que nos rodean son las que
convierten algo ordinario en extraordinario, lo normal en especial,
los momentos cotidianos en recuerdos inolvidables…
Bueno¿
Por donde iba?… a si, ya recuerdo, como iba diciendo, el invierno
era largo y frío y los días cortos, habían pasado ya un par de
meses desde que hubiera cometido el mejor y mas valiosos de mis
errores que fue equivocarme de lugar y de clase para coincidir en el
mismo aula contigo…..
SIGUIENTE CAPÍTULO (pronto)
SIGUIENTE CAPÍTULO (pronto)
Comentarios
Publicar un comentario