Llevo tiempo sin escribir y empiezo a creer que he perdido toda motivación e inspiración para seguir haciéndolo, al igual que antes todo me parecía interesante, cualquier cosa me evocaba para escribir páginas y páginas sin parar, ahora no encuentro nada que encienda esa mecha en mi alma que me lleve a fundirme en palabras, ni si quiera el dolor, gran compañero de mi inspiración consigue sacarme las palabras, simplemente no quiero escribir, no siento que deba escribir, poco a poco iré subiendo cosas al blog, tengo cientos de páginas en borradores, muchas veces no publico cosas por que no encuentro el valor para hacerlo. Si me conocéis un poco sabéis que en ese aspecto no tengo pelos en la lengua, si tengo algo que decir lo digo, no me callo ni me ando por las ramas, si algo me parece una mierda lo suelto y ya está, pero en este caso es diferente, ahora mismo no me siento con ganas ni con fuerzas de ser transparente de decir todo aquello que me venga en gana, no tengo huevos para hacerlo y por eso no lo hago, quizás algún día me atreva pero hoy no.
De nuevo me encuentro aquí dando rodeos y explicaciones innecesarias, de vez en cuando me cuesta ir al grano, deberíais saberlo ya. Lo que vengo a contar hoy es algo relativamente
ligado a mi ultimo post (AQUI), no tiene nada que ver con el tema de la cuarentena ni mucho menos, es algo que vengo sintiendo desde hace mucho tiempo; a lo largo de mi vida he vivido en diferentes lugares, esto dificulta el echo de que se creen vínculos emocionales con las personas, la distancia se hace mas grande y las vidas de las personas se separan, me siento afortunado por haber sido querido por esas personas y que me echen de menos o me extrañen, pero por otra parte me siento mal por que muchas veces no se reaccionar a ese cariño, siempre siento que no estoy devolviendo todo el cariño que me dan de forma adecuada, tengo tendencia a sentirme en deuda efectiva con los demás y eso me hace daño porque creo que no soy capaz de trasmitir lo que siento y muchas veces siento que no soy merecedor de todo ese cariño y a su vez soy incapaz de corresponder al mismo. De igual modo creo que por mucho que te esfuerces las personas cambian, tejen nuevas relaciones en sus vidas y las viejas se van debilitando, pronto las personas que mas echas de menos acabaran siendo personas con las que apenas hablas y eso duele, sobre todo cuando alguien a quien quieres de verdad no te echa de menos y se olvida de ti a pesar de que jure y perjure que eso no pasará. Como he dicho he vivido en muchos sitios diferentes y con el paso de los años esto sucede inexorablemente, solo persisten extraordinariamente un par de relaciones y no siempre vas a ser tu el afortunado, se de primera mano lo mucho que me duele eso a mí, echar a alguien de menos y que la otra persona ni se acuerde de ti, por eso a veces me siento culpable por no echar de menos a terceras personas, porque pienso que les estoy haciendo daño, no puedo devolver todo el cariño que me dan.
Como resultado a todo esto quiero huir, quiero encontrarme con mi yo mas natural, quiero lanzarme a la aventura con mi vieja mochila a cuestas y mi saco de dormir y lanzarme a la carretera, dormir en mitad del monte y moverme por el mundo sin dirección y sin miedo, no os equivoquéis, no hace falta demasiado dinero para viajar, simplemente necesitas ser valiente y tener un espíritu fuerte, si te da igual comer un bocadillo y dormir en un banco cualquier lugar es accesible, me encanta sentirme libre y sin ataduras, aunque haya momentos en las que las pases putas la vida así es más apasionante mas de verdad, muchas de las grandes personas que he conocido en mi vida han aparecido cuando yo parecía más un vagabundo que un chico formado y con una economía relativamente estable, solo necesito un móvil viejo (por lo que pueda pasar) y ropa sucia, nadie roba a quien no tiene nada que robar. Con esto busco hacer que mi mente vuelva a volar, juntarme con las personas de verdad, serán drogadictos, borrachos, ladrones, delincuentes, pero si separas la paja del trigo acabas descubriendo que la mayoría de esas personas son buenas y generosas, no todos son delincuentes, que alguien que no tiene nada te ofrezca ayuda mientras cientos de personas al día pasan a tu lado y ni te miran (cuando en verdad tu también tienes tu trabajo , casa coche etc), te hace ver lo autentico de la vida de verdad. Quiero poder volver a perderme por las ciudades, por el mundo sin que nadie me diga que tengo que hacer, quiero conocer gente maravillosa, quiero pasar frio y miedo por las noches, sentirme perdido, indefenso, confuso pero a fin de cuentas libre, quiero coger mi mochila y perderme en el mundo sin miedo a lo que me pueda pasar para que mi mente y mi alma vuelen y se recarguen de energía e inspiración, para ser libre de nuevo, para liberarme y conocerme como persona una vez más. Quizás estando perdido pueda encontrarme de nuevo conmigo mismo y con mis sentimientos.
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