Creo que en la
sociedad en la que vivimos damos demasiada importancia al qué dirán, las apariencias
y la falsedad. Muchas personas viven ambicionando la fama, sobre todo a través o
por culpa de las redes sociales, creo que vivir ambicionando algo como un sueño
idílico cuando en realidad es más una tortura o un mundo de mentira, considero
que es un error. Desear algo con todas tus fuerzas y que al final del camino
ese algo resulte no ser lo que tu esperabas es un duro golpe que asimilar,
muchas veces nuestros sueños van mucho más lejos de la realidad y cuando
afrontamos dichos sueños en la vida real no resultan ser tan maravillosos como pensábamos,
nos dejamos engañar por los puntos positivos sin ver el lado amargo y triste de
las cosas y mas si cabe aun cuando hablamos de fama.
Yo no he sido una
persona famosa ni mucho menos, pero si he tenido la suerte de poder elegir que quería
hacer con mi vida si quedarme en ese mundo superficial y lleno de mentiras o con
mi vida de persona normal, creo que en este aspecto soy un privilegiado, por
que he tenido la capacidad de decidir, al menos pude ver con mis propios ojos
la realidad, y no viví toda mi vida idealizando una mentira, pensando e
imaginando como y cuanto de feliz hubiera sido mi vida, por suerte no vivo
soñando con una mentira y un mundo irreal como todo ese ejercito de niños de las nuevas
generaciones que solo sueñan con ser famosos sin pensar en la cantidad de basura
y gente podrida que hay detrás.
Cuando comencé
en este mundo de ser “alguien reconocido”, y lo escribo entre comillas por que
en verdad nunca llegue a ser nadie, una persona muy reconocida en mi país me
dijo que no muchos de nosotros alcanzaríamos la fama, pero todos nosotros somos
personas y como tales debíamos de formarnos por si el día de mañana bajo las
circunstancias que fueran debíamos de dar la cara ante una cámara y hablar a
miles o millones de personas pues en ese caso teníamos que dejar en buen lugar
a nuestro país y no hacer el ridículo y quedar como unos paletos porque si el día
de mañana triunfábamos podíamos ser el ejemplo a seguir para cientos de niños y
debíamos de estar a la altura de esa responsabilidad. Con ese ejemplo de
respeto, humildad y solidaridad llegue yo a este mundo, una vez en el te das
cuenta que no te puedes abrir de buenas a primeras a nadie, que confiar en los demás
no esta del todo bien si no observas atentamente antes, que todo lo que hay a
tu alrededor tiene un interés, todo el mundo es susceptible a hacerte daño y
que en el fondo nunca sabrás si tus amigos en verdad son tus amigos o tan solo
una panda de buitres en busca de un interés, acercarse a alguien o poder salir
en la foto, un mundo donde todo lo que hagas y lo que digas se va a mirar con
lupa, tus gestos, ropa, familia todo es susceptible de ser criticado, no
importa tu vida, no importas tu ni tu felicidad, importa lo que puedas
aparentar, aparentas ser feliz cuando no lo eres, confías en personas que te
traicionan, te da miedo volver a confiar en los demás, abrirte a terceras
personas, tienes miedo, camuflas tu dolor, cuando te quieres dar cuenta te
escondes, te apartas de la sociedad, tu carácter se amarga, te vuelves mas duro,
frio y calculador, dejas a un lado tus sentimientos y sufres en silencio, pero
de cara a la galería parece que todo es normal, que todo marcha como de
costumbre y vives tu vida idílica llena de felicidad mientras cumples tus
sueños…hasta que aparecen los problemas y tiran como un trapo, ya no sirves,
eres un objeto, como persona no vales nada y nadie va a estar ahí para ayudarte
cuando en verdad lo necesites, las personas dejan de llamarte, los amigos
desaparecen, la gente hace preguntas, mientes, se inventa cosas, te hacen daño
un largo etcétera, al principio tratas de combatir los rumores, al final pasas olímpicamente
de todo, pues no merece la pena luchar contra la ignorancia y las mentiras.
Por suerte no es
un mundo tan extremadamente cruel, simplemente es otro mundo diferente, paralelo
a la normalidad, tienes que aprender a jugar con ellos al igual que ellos
juegan contigo, es un proceso que lleva su tiempo pero cuando te acostumbras a
lidiar con los puntos negativos también acabas encontrando aspectos positivos,
si eres capaz de deshumanizar tu personalidad, ser solitario, no puedes confiar
en los demás y aprendes a jugar con la hipocresía puedes conseguir grandes
cosas, al final, tu eres la persona que ellos buscan, si aprietas las clavijas te
darán todo lo que pidas si es que en verdad están interesados en ti, si sabes
jugar tus cartas puedes lograr lo que quieres, pero a la larga en mi caso creo
que vivir en un mundo impersonal y emocionalmente decadente no es para mi, pero
no por ello deja de ser un mundo interesante si aprendes a moverte como un
depredador, eres dominador, exigente, inconformista y fuerte puedes jugar tus
cartas con inteligencia y aprovecharte de los muchos veneficios que tiene ese
mundo, todas las vidas y todas las circunstancias requieren unos sacrificios
para conseguir ciertos veneficios, hay que valorar las prioridades de tu vida,
lo material o lo inmaterial. Por suerte tuve la capacidad de en mayor o menor
medida decidir donde quería estar, si quedarme con mi vida normal y pasar
desapercibido o dejarme llevar por el tren de quizás una vida mas fácil, con
menos dificultades económicas y mas contactos, pero emocionalmente vacía y sin
sentido. Como digo y como dije, tuve la posibilidad y la suerte de poder elegir
y sin duda os digo que mi vida vulgar es más feliz.
Solo os pido que
reflexiones sobre los sueños a los que aspiráis, ser una persona conocida no es
tan maravilloso o idílico, no todos estamos emocionalmente preparados y al final
quien mas quien menos acaba añorando una vida normal, las pequeñas cosas que
convierten a la vida cotidiana en un fenómeno extraordinario, no olvidéis que
cada día de nuestra vida puede ser inolvidable simplemente hay que esforzarse
en llenar de felicidad cada momento y no olvidar que detrás de una vida idílica
ante las cámaras puede haber un mundo de pesadilla.
No dejéis que
vuestros sueños rompan vuestra felicidad.
Yo quiero jubilarme. La esclavitud laboral me tiene quemado.
ResponderEliminarEsta complicada la jubilación en estos tiempos, toca seguir luchando jajajaajajaja.
EliminarUn saludo y gracias por el comentario