No recuerdo
donde ni cuando lo escribí, pero me remitiré a un post del pasado (AQUI) donde
digo, y me reafirmo, que cuando era mala persona era mucho mas feliz. Podría dar
cientos de ejemplos, pero una vez más no quiero hablar públicamente de esto por
que no soy quien para hablar de la vida de terceras personas en estas páginas, aquí
hablo de mi mismo, hablar de terceras personas no me incumbe, aun así hay
decenas de historias en mi vida en las que se demuestra que haciendo las cosas
mal y siendo retorcido conseguí más éxito y felicidad que siendo buena persona.
Es difícil explicar algo sin poder hablar abiertamente del tema, seguramente
nunca podre hacerlo porque son historias y palabras demasiado duras para mi y
para los demás, todas y cada una de ellas fuera de márgenes legales, por lo que
me permitiréis que guarde mis palabras, pero en el fondo creo que es una
realidad, las malas personas tienen más éxito y son más felices.
Los que sabéis algo
de mi, sabréis que he escrito un libro donde hablo de la sociedad en general y
mi forma de ver el mundo, no es una biografía ni mucho menos, a raíz de este
libro he seguido escribiendo, tengo un segundo libro en proceso de publicación
y alguna que otra oferta para escribir seriamente un libro autobiográfico, Como
he dicho muchas veces, no creo que tenga valor para escribir una biografía de
mi vida, y no por que me haya pasado algo morboso o turbio como violaciones,
ser adoptado o cualquier otro posible aspecto traumático de la infancia, nada
de eso, no hay nada extremo o exagerado, pero si un cumulo de circunstancias
mucho mas absurdas y violentas que las que he escrito en la frase anterior, auténticas
chaladuras, recibidas y echas, pues no os equivoquéis, yo tampoco soy un santo.
Esta experiencia
me ha demostrado tristemente que en verdad siendo mala persona eres capaz de
conseguir mayor éxito en la vida, es verdad que hay excepciones claro está,
pero muy pocas, es triste, pensemos, un gran empresario debe aniquilar a la competencia
para no perder su hegemonía, la competitividad y la ambición entre empresarios
y mercados económicos fuerza al despido a cientos de personas cada día, la presión
por reducir costes nos lleva a explotación infantil en el siglo XXI sin que
nadie haga nada para remediarlo, sabemos que la inmensa mayoría de productos
que consumimos proceden de explotación laboral y no hacemos nada para solucionarlo,
cuanto mas robas menos pagas, merece mas la pena que trates de traficar con 1000
kilos de cocaína que con 500g, al igual que sale mas barato robar 50 millones
de euros que 5 mil (o al menos es así en mi país) o nuestro amigo Epsteim que
tras tejer un red de prostitución ilegal de menores durante décadas pasó 13
MESES EN LA CARCEL, parece que cuanto mas retorcido eres mas inmune resultas
para la sociedad o la ley y lo peor es que nos hemos acostumbrado a esto, hemos
perdido la sensibilidad para reconocer lo atroz o inhumano, simplemente nos hemos acostumbrado, lo inhumano, inmoral y mezquino se a convertido en la
normalidad, esclavitud con otras palabras políticamente correctas.
En mi día a día
no es diferente, pocas cosas he conseguido en mi vida por ser buena persona,
nunca he ligado con una chica por dar las gracias o pedir las cosas por favor,
al igual que nunca o casi nunca he conseguido salir de problemas usando los
buenos modales, al final tienes que mostrar agresividad e imponerte, pues en la
sociedad en la que vivimos si detectan debilidad o vulnerabilidad te
destrozaran por los cuatro costados, incluso los acuerdos económicos que conseguí
en su día cuando era joven no los conseguí por ser bueno o el mejor en mi campo,
al contrario, decidieron contar conmigo por mi carácter y ambición, por que era
implacable e inconformista, no me callaba, decía las cosas claras y no dejaba
indiferente a nadie (en palabras de la persona que me contrató, en el 2002 de
manera legal, hoy en día ese tipo de contratos son completamente ilegales dicho
sea de paso) eso es lo que rige el mundo hoy en día, el dinero, el aspecto físico,
una cara bonita y la actitud ambiciosa y depredadora, da igual que lo que digas
o vendas sea verdad o mentira, de echo cuantas más mentiras vendas casi que
mejor, vivimos una era donde manda la hipocresía, las apariencias y la falsedad.
Nada de buenas personas, la amabilidad y bondad han muerto triste mente, si
eres bueno haces feliz a los demás y eso reconforta, pero llega un momento en
el que te cansas de que la gente confunda la bondad con estupidez y trate de aprovecharse
de ti. Cuando era mala persona era más feliz.
CUANTO PEOR
MEJOR.
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