A ver si aprendo
de una puta vez a pedir perdón, quizás antes de eso debería de aprender a no
cagarla y así me ahorraría tener después que disculparme una y mil veces… Dios
sabe que no hago las cosas por mal a sabiendas pero uno no puede evitar que al
tomar una decisión haya dos grandes partes e irremediablemente una de ellas va
a salir perjudicada, no puedes gustar, agradas o contentar a todo el mundo eso
es ley de vida, pero de todas formas duele decepcionar a personas que se han
portado bien contigo y te ha ayudado, pero la toma de decisiones es lo que
tiene y las cosas son aun peores cuando le sumamos la necesidad, la obligación,
la urgencia nos fuerza a coger opciones que no nos gustan, no nos agradan, pero
debemos hacerlas por que la vida de vez en cuando nos obliga, yo no estoy por
gusto en infinidad de circunstancias pero me veo forzadas a hacerlas por que la
vida me empuja a ello. No siempre puedes hacer lo que quieres hacer, pero a su
vez hacer cosas que en un principio no deseas puede ser la llave de alcanzar
tus sueños o una nueva aventura donde acabas encontrando una nueva pasión desconocida
que acaba convirtiéndose en tu vida, todo el mundo ha comido alguna vez algo
que le da asco y ha acabado adorando, yo he estudiado algo que no me “gustaba”
y que ahora amo, el odio y el amor están íntimamente relacionados, es
maravilloso, opuesto pero cercano, a veces lo indeseado, lo inesperado es la
llave de tus sueños.
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