Siempre he sido el niño mimado y
consentido de mi casa, mis hermanas son mucho mayores que yo, por lo que cuando
yo era pequeño ellas ya eran relativamente adultas, además hacía mucho tiempo
que no había un niño pequeño en casa, por lo que todas las atenciones se
centraban en mi hermanas, padres, abuelos (luego las cosas cambiaron y mi
personalidad se forjo de otra manera, pero ese es otro tema)…
Cuanto te conocí las
circunstancias nos obligaron a compartir mucho tiempo juntos, como persona
introvertida que soy no hablé demasiado contigo, tampoco me gustaba inmiscuirme
en tu vida, entiendo que son temas personales, no nos conocíamos, no pintaba
nada hacer preguntas o comentarios que pudieran hacerte sentir incomoda. Poco a
poco la confianza se fue construyendo y fuimos compartiendo mas cosas, como
personas con personalidades fuertes chocamos en algunas ocasiones, cuanto mayores
eran las intimidades que nos unían mas fuertes fueron nuestros lazos y yo
comencé a verte como esa hermana pequeña que nunca tuve, de una forma
inexplicable e incontrolable comencé a preocuparme mucho por ti, a darte
consejos, a hablarte y a escucharte porque vi en ti una persona con un
potencial y unas aptitudes extraordinarias para tu edad, algo que me trasmitió
un gran afecto y me unió a ti para tratar de aportar algo, exprimir y explotar
tus capacidades, he vivido en 3 países diferentes y en 6 ciudades distintas, me
las he visto de todos los colores, he viajado por muchas partes del mundo y
conocido a personas extraordinarias a diestro y siniestro, de todas las edades,
etnias, bagajes emocionales, culturas, niveles sociales y ámbitos, por eso
cuando veo a alguien extraordinario lo se reconocer porque he visto y vivido
muchas cosas, tu como persona con un fuerte carácter, decidida, valiente e
independiente te revolvías ante este comportamiento, yo nunca trate de
controlarte, simplemente te di mi opinión para que libremente tomaras la
decisión que tu quisieras, nunca condicioné tus decisiones o juzgué tus actos,
al contrarios, admiro tu personalidad y tu carácter, tu forma de discurrir y de
pensar, tu creatividad y naturalidad, tu espontaneidad, me parecen
características y cualidades extraordinarias para una persona de tu edad, ojala
yo a tu edad hubiera sido así.
Creo que con el paso del tiempo
dejaste de verme como un amigo para verme como un foco de respeto y ahí fue
cuando las cosas comenzaron a torcerse, cuando comenzaron los gritos, tensiones
y peleas entre nosotros, yo nunca trate de controlarte, ni juzgue tus actos,
como he dicho te admiro como persona por tu madurez y por tus habilidades y
talentos y no puedo evitar preocuparme por ti pero desde el respeto y el cariño
que te tengo, supongo que eso marcó un antes y un después en nuestra amistad,
toda esa confianza que habíamos construido se rompió y donde había complicidad
comenzaron a existir dudas, rifas y discrepancias, yo nunca quise nada mas que
no fuera tu amistad, quizás no supe comprenderte como personas con caracteres
fuertes tenemos formas diferentes de expresarnos, donde yo quise darte ánimos,
ponerte una sonrisa, cambiarte de tema, sacarte del pesimismo en busca de hacer
algo divertido tu necesitabas espacio, soledad, a mi me dolía demasiado verte
en ese estado y no poder hacer nada para ayudarte, pero al final entendí que
somos caracteres diferentes y tu tienes formas distintas de expresar lo que
sientes y superar baches… discutimos, gritamos, me quede en blanco, me dolió
escuchar de tu parte que por momentos me considerabas mala persona, que juzgaba
tus actos y te controlaba cuando en verdad nunca fue así, cuando en realidad yo
solo trate de ayudarte sin pedirte nada a cambio y sin segundas intenciones…
Desde ese momento todo entre
nosotros se volvió tenso, incomodo, tu comenzaste a interpretar todas mis
palabras con una agresividad y un doble sentido que yo no le daba, mis bromas
ya no te hacían gracias y no solo no te hacían gracias sino que las
interpretabas como ofensivas cuando en realidad no era mi intención, yo era el
mismo de siempre, sin embargo donde antes había amistad ahora había
agresividad, violencia y palabras duras y cortantes, con otros compañeros te mantenías
cercana (incluso con un desconocido que medio te acoso quisiste mantener una
amistad) mientras que conmigo existían unas barreras que no acababa de
comprender, no me hablabas, me bloqueabas y me tratabas con dureza e
indiferencia, algo que me dolía especialmente por que como te he dicho yo te
quería y te había aceptado como la hermana que nunca tuve, me llegaste a decir
que te arrepentías de haber compartido intimidades y tiempo conmigo y de
haberme abierto tu corazón, palabras que de nuevo me dolieron mucho, pero las
cuales tampoco quise dar mayor importancia, estabas pasando un mal momento,
eres madura, pero no dejas de ser muy joven, hay circunstancias en la vida que
todavía te superan, en las cuales eres inexperta, todos hemos pasado por allí,
lo comprendí y decidí darte tiempo nada mas, todos decimos alguna vez cosas que
no sentimos superados por las circunstancias y los malos tragos…
Simplemente me dolía que de una
semana para otra hubiéramos abandonado una “amistad” estándar donde hablábamos
libremente sin tensiones sin miedo, cada cual decía lo que quería y salíamos a
pasear y a dar vueltas sin mas para compartir un momento agradable, comíamos
juntos etc, una relación normal, muchas horas juntos que éramos capaces de
aprovecharlas compartiendo cosas y momentos de relax sin tensiones… y de
repente ese bien estar se torno en tensión, en tener que medir cada palabra y
cada gesto pues todo lo que decía resultaba ofensivo, hasta mi forma de hablar,
me decías que no fuera borde, te convertiste un poco en un sargento mandón
(algo que me desesperaba pero en cierto modo me gustaba) donde nada de lo que hacía
parecía estar bien, si estaba contento y quería compartir tiempo contigo invadía
demasiado tu intimidad, si estaba triste, borde y apático te molestaba que
estuviera en ese plan y que no fuera mas abierto, si hacia bromas no te hacía
gracia, si me preocupaba por tu estado lo considerabas como una forma de
control, del mismo modo tus bromas hacia mi eran agresivas y algo duras, no me
molestaba, pero me daba rabia ver como tu podías hacer un tipo de comentarios
hacia mi que yo no podía hacer hacia ti, me parecía injusto, al igual que me
parecía injusto que le dieras un trato mucho mas cercano a los demás del que me
dabas a mi, porque en vedad nunca entendí que hice o que pude haber hecho para
que tu comportamiento hacia mi cambiara drásticamente en tan solo una semana,
de ir a cenar juntos y compartir intimidades como nunca antes a dejar
prácticamente de hablarnos.
En tan solo 24 horas todo cambió,
nuestros caminos se separaron, de nuevo trate de ayudarte y por unas últimas 11
horas volviste a querer estar a mi lado, todo volvió a ser “normal” aceptaste
mis bromas y mis consejos, quisiste estar conmigo y a mi lado, escucharme,
preguntarme… que debías hacer, como debías actuar ante una situación difícil,
aceptaste mi ayuda y eso me hizo sentir muy feliz porque por fin pude volver a
ayudar a mi hermana pequeña y de nuevo sentí que volví a conectar contigo
aunque fuera por última vez antes de que nuestros caminos se separaran y no nos
volviéramos a ver nunca mas… supongo que tras esa persona inteligente, decidida
y con carácter se esconde una persona extremadamente emocional y pasional, que
llora y tiembla cuando está nerviosa o no puede amordazar sus sentimientos,
detrás de esa convicción y seguridad hay una persona vulnerable que en
ocasiones también tiene miedo y que al igual que yo se esconde bajo una fachada
te chica dura, a la hora de la verdad los nervios pudieron contigo y por eso
acudiste a mi tratando de encontrar en mis palabra esa mente de depredador,
fría, agresiva, calculadora y en algunos términos despiadada, sin duda en las
circunstancias en las que te viste envuelta yo tengo mucha más práctica, se
mantener la cabeza fría y llevar las riendas de la situación, en tu caso te
viste un poco desbordada por los nervios como ya dije pero aun así estoy
orgulloso de ti por tu manera de actuar y tu deberías de estar orgullosa de ti
misma, me pediste perdón, me diste las gracias y un abrazo que interprete como
las palabras y el gesto mas sincero de nuestra amistad, dado lo reacios que
somos ambos al contacto físico.
Con el tiempo lo veras todo con
otros ojos, espero que valores mi amistad y que me recuerdes con al menos el
10% del cariño con el que yo te voy a recordar a ti. Se que estas destinada a
hacer algo grande en la vida porque eres una persona extraordinaria, mágica e
increíble, en tan solo dos días lo supe y el tiempo reafirmó mi primera
impresión, me siento afortunado de haberte conocido y de que el destino te haya
arrojado en mi camino.
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