Ser inconformista, a mi modo de ver, sin duda es una de las mejores virtudes que puede tener una personas, ser inconformista te empuja a no rendirte, buscar objetivos, nuevas ambiciones, a tratar de superarte día a día sin importar lo lejos o lo alto que hayas llegado ya, pero igualmente, si estos comportamientos no tienen algún tipo de autocontrol se convierten en potencialmente destructivos, insoportables, caóticos, torturadores.
Si nunca te conformas con nada tu vida la gobernara la insatisfacción, pues da igual lo alto que llegues o los objetivos que te marques, siempre encontraras otro mayor por lo tanto ese echo en principio positivo puede acabar siendo devastador en tu cabeza en forma de estrés, presión, desgaste emocional y físico, es fundamental saber decir NO, basta, no todo en la vida son objetivos y competitividad, hay que saber diferenciar, cada momento del día tiene su tiempo al igual que tu debes de tener un tiempo determinado para relajarte, pensar, meditar, aunque sean 15 minutos, es tiempo que debes dedicarte para no asfixiarte en tu propia ambición, no todo es el dinero o los objetivos personales o profesionales, conformarse no significa perder, tu como persona debes de ser la prioridad para todo y ante todo, ningún objetivo u ambición debe destruirte, esto que se dice muy rápido y muy fácil es extremadamente difícil de aplicar pues vulnera tu naturaleza, tu forma de ser.
Con la ambición y el inconformismo llega la insatisfacción, la ansiedad, como he dicho no solo a nivel profesional sino también a nivel personal, el inconformismo lo abarca todo en tu vida, las 24 horas. Te exiges mas a ti mismo hacia los demás, tienes que dar mas, tienes que aportar, y no necesariamente quiere decir que seas el que tenga la voz cantante en las conversaciones o seas el protagonista ni mucho menos, generalmente las personas mas inconformistas suelen ser aquellas que se mantienen un poco al margen para identificar el punto mas importante o esencial que acontece en cada situación y así tratar de subsanarlo; ejemplo, una persona con depresión puede tener una conversación completamente normal sin que nadie se percate en verdad de las necesidades de esa persona y tu vas a sentirte responsable de saber el porque de cada situación y como solucionarla. Generalmente la gente inconformista y exigente lo es ante todo consigo misma por lo tanto no puedes desconectar, tienes que dar el máximo siempre en cada una de las circunstancias de tu vida, si es una conversación te sientes responsable de hacer reír a la gente, de consolar a quien lo necesita, de resolver dudas; y si no lo haces sientes que no eres útil, sientes que lo has echo mal, le das mil vueltas a la cabeza, le pides perdón a tu familia y amigos y tratas a toda costa de poner solución a esa situación aunque no sea tu responsabilidad, aunque no tengas que hacer nada al respecto, sientes que has fallado y que puedes hacerlo mejor, es algo que no se va de tu cabeza, la insatisfacción y frustración te acompaña las 24 horas del día.
Y así día tras día, con cualquier echo que sucede en tu vida, tus pensamientos competitivos y obsesivos que tanto te ayudan en facetas clave de la vida te autodestruyen en tantas otras; simplemente, la felicidad de los demás no es tu responsabilidad, puedes aportar ayuda, pero ello no te hace responsable de que los demás no avancen o no superen sus problemas, debes saber ayudar y sobre todo ayudar sin sentirte responsable de la vida de los demás, de nuevo algo que parece fácil pero que en realidad es difícil, no es fácil ayudar a los demás y por absurdo que parezca muchas veces no sabemos ayudar correctamente, en infinidad de circunstancias muchas veces malas ayudas contribuyen a empeorar el problema (quizás ese será tema de otro post), ej cuando consentimos mucho a un niño pequeño dándole la infancia que nosotros nunca tuvimos en infinidad de casos lo que estamos haciendo es perjudicarle.
Conclusión, el inconformismo da pero también quita, la felicidad de los demás no es nuestra responsabilidad, la ambición por ser mejor no nos puede ahogar, no debemos de ser los pilares o cimientos de todo ni los responsables de la cohesión y perfecto funcionamiento de nuestra familia, grupo de amigos y responsabilidades laborales, no podemos ser los responsables de las risas cuando es momento de reír ni de la seriedad cuando es momento de arrimar el hombro, debemos de aprender a decir que no y a autolimitarnos para no quemar y saturar nuestras mentes, debemos aprender a desconectar y apagar nuestra competitividad y nuestra obsesión por aportar… a veces la prioridad debemos de ser nosotros mismos y la mejor solución en ocasiones es mantenerse al margen, aunque solo sea por un momento ser capaces de desconectar y simplemente respirar sin tratar de ver mas allá, sin querer sobrepasar la vida, ir mas lejos, estar ahí siempre para los demás pendiente de todo, responsable de todo, simplemente desconectar, la primera prioridad para desahogar tu inconformismo debe ser tu propio bienestar personal.
Disfrutar del silencio, de la paz, de la tranquilidad sin que el inconformismo arruine la calma y la maravillosa paz del silencio. Ser dueños de nuestras emociones nos hace ser dueños de nuestra vida y no victimas pasajeras de impulsos obsesivos. El camino, la paz, tranquilad y la meditación con uno mismo.
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