Con los
pequeños detalles que tú me dabas mientras yo analizaba minuciosamente todos y
cada uno de tus gestos actos y palabras entendí que eras, una chica perfecta,
una hija modelo, una princesa de cuento etc.… una chica así nunca se fijaría en
un chico con mi carácter, mi historial y mi pasado, por eso tenía que cambiar
mi forma de ser, para hacerte ver que en verdad teníamos más cosas en común de
las aparentes y así compartir intimidades.
Nuestros círculos de amistades eran completamente opuestos, en aquellos primeros instantes no me veía encajando en tu vida ni por equivocación, tú eras esa pequeña y preciosa chica perfecta, con un expediente académico impecable, un círculo social diferente, unas pretensiones e ideas de futuro muy distintas a las mías, no quiero decir con esto que por aquel entonces ya tuvieras planeado al milímetro tu futuro, pero sí que ya habías tomado decisiones cruciales en tu devenir que a mi ni me rondaban la cabeza por aquel entonces, quizás por los hechos que han envuelto mi vida yo era una persona por aquel entonces muy madura con respecto a temas muy serios de la vida, momentos y decisiones que tuve que tomar a muy temprana edad cuando quizás no me correspondía hacerlo, por supuesto que era una persona madura pero en un contexto de toma de decisiones y de afrontar circunstancias, pero no madura con lo que a mi vida y a mis actos se refiere, tenía muy claro mis principios e ideas de lo que era justo o no, de lo que consideraba correcto o no, pero esa madurez desaparecía cuando el contexto se refería a mi vida, ahí me encontraba absolutamente perdido, no tenía ni idea de lo que quería hacer, que iba a estudiar o como me ganaría el pan el día de mañana, era ahí donde tú sobresalías como una chica mucho más consciente y sensata que yo, sabias lo que querías hacer e ibas a por ellos, yo mientras tanto no tenía ni la más remota idea de que iba a ser de mí el día de mañana, mi vida era un completo caos, no había por donde cogerla.
Con lo poco que respecta a tus amigos, eran evidentemente similares a ti, no tenía demasiadas pistas pero todo me llevaba a pensar que eran un panda de “pijos”, aunque no los conocía todo indicaba eso, tu sin embargo dentro de tus grandes posibilidades económicas no eras nada ostentosa, ni presumida, simplemente normal, como los demás y dentro de la normalidad eso te hacia increíblemente especial para mí. Por todo esto yo sin querer ya comenzaba a darle vueltas a la cabeza una y otra vez, como una chica así, con una vida estructurada y planificada, con las ideas claras, con un círculo de amistades que tenían unas posibilidades muy superiores a las mías, como alguien así se iba a fijar en un chico que era un desastre, que no iba al instituto casi nunca, que tenía problemas con los profesores, que suspendía, que lo habían expulsado de varios centros escolares, a mayores había que sumarle las lesiones e infinidad de problemas Médicos, que día si día también estaba por alguna u otra razón en el hospital, ya fuera por mi propia salud, o por lesiones del deporte o por peleas o problemas los sábados por la noche, ¿cómo alguien tan perfecta, inteligente y organizada podría fijarse en un chico lleno de problemas cuya vida era un desastre?.
Sin saberlo ya te quería, era en lo único en lo que pensaba, me daba cuenta que algo especial sucedía cuando estaba a tu lado, me ponía excusas para negar lo que estaba pasando, no quería enamorarme, no sabía lo que era estar enamorado y en verdad no lo sabía, todo lo que hubo en mi vida por aquellos años no dejaban de ser ligues o momentos puntuales, nunca había sentido con tal claridad la necesidad de permanecer al lado de alguien con tal intensidad, es por eso que no entendía lo que me pasaba, porque nunca antes me había pasado algo así, por eso trataba de negármelo a mí mismo una y otra vez, cuanto más tiempo pasaba más ganas tenia de quererte y de estar a tu lado y más fuertes eran mis ideas de negación para tratar de contrarrestar mis sentimientos amorosos y en esta batalla de dimes y diretes conmigo mismo el echo de que una chica como tú nunca se fijara en alguien como yo era el máximo exponente, era mi mejor y más fuerte arma para mantenerte alejada de mis pensamientos, aun así poco a poco esto resultaba inútil pues tu ya colapsabas todos mis pensamientos, cuando me levantaba pensaba en ti, me dabas fuerzas y un motivo para abrir los ojos porque sabía que cuanto antes comenzara el día antes empezarían a correr las horas y estaría más cerca de verte otra vez, durante el día pensaba en ti y cuanto más se acercaba la hora de vernos más emocionado e ilusionado estaba por ver de nuevo tu sonrisa aparecer en el fondo de aquel lúgubre y vacío instituto que se llenaba de luz cuando aparecías, cuando me iba a casa repasaba todos y cada uno de los momentos que habíamos compartido, repasaba conversaciones para tratar de ver señales, guardaba y colocaba minuciosamente la información sobre tu vida en mi mente para ir poco a poco completando el rompecabezas que era tu vida dentro de la mía, sin ser consciente y sin importar las inclemencias del tiempo, lluvia granizo, frio, oscuridad o viento de la noche, cuando quería darme cuenta ya estaba en el trabajo de mi madre esperando por ella para poder irme a casa envuelto en tu calor y presencia sin importar que en la realidad estuviera muerto de frío, calado de agua hasta los huesos o hasta el cuello de deberes y presiones en mi vida, nada importaba después de ti, tu recuerdo y los momentos banales que habíamos compartido juntos durante clase lo llenaba todo antes durante e incluso después, luego por la noche cerraba los ojos y te veía con más fuerza que nunca, te encontraba en mis sueños y te perdía en mi vida, eso no me gustaba, me decepcionaba, hacía que poco a poco el corazón se me rompiera un poquito más, pero de todas formas daba igual por que un nuevo día amanecía y sabía que cada vez faltaba menos para al fin volverte a ver y poder así despertarme con ganas Ilusión y fuerzas renovadas para volver a encontrarme con tu sonrisa, para perderme en la profundidad y claridad transparente de tus ojos, para dejar que mi alma y mi corazón soñaran despiertos a tu lado durante esa irrelevante clase, encerrados entre cuatro paredes, rodeados de gente que desaparecía para quedar tan solo tu y yo en aquel lugar, perdiéndome por completo en el mágico presente que superaba con creces cualquiera de mis sueños, pues la realidad a tu lado era mejor que cualquier sueño que pudiera imaginar.
Nuestros círculos de amistades eran completamente opuestos, en aquellos primeros instantes no me veía encajando en tu vida ni por equivocación, tú eras esa pequeña y preciosa chica perfecta, con un expediente académico impecable, un círculo social diferente, unas pretensiones e ideas de futuro muy distintas a las mías, no quiero decir con esto que por aquel entonces ya tuvieras planeado al milímetro tu futuro, pero sí que ya habías tomado decisiones cruciales en tu devenir que a mi ni me rondaban la cabeza por aquel entonces, quizás por los hechos que han envuelto mi vida yo era una persona por aquel entonces muy madura con respecto a temas muy serios de la vida, momentos y decisiones que tuve que tomar a muy temprana edad cuando quizás no me correspondía hacerlo, por supuesto que era una persona madura pero en un contexto de toma de decisiones y de afrontar circunstancias, pero no madura con lo que a mi vida y a mis actos se refiere, tenía muy claro mis principios e ideas de lo que era justo o no, de lo que consideraba correcto o no, pero esa madurez desaparecía cuando el contexto se refería a mi vida, ahí me encontraba absolutamente perdido, no tenía ni idea de lo que quería hacer, que iba a estudiar o como me ganaría el pan el día de mañana, era ahí donde tú sobresalías como una chica mucho más consciente y sensata que yo, sabias lo que querías hacer e ibas a por ellos, yo mientras tanto no tenía ni la más remota idea de que iba a ser de mí el día de mañana, mi vida era un completo caos, no había por donde cogerla.
Con lo poco que respecta a tus amigos, eran evidentemente similares a ti, no tenía demasiadas pistas pero todo me llevaba a pensar que eran un panda de “pijos”, aunque no los conocía todo indicaba eso, tu sin embargo dentro de tus grandes posibilidades económicas no eras nada ostentosa, ni presumida, simplemente normal, como los demás y dentro de la normalidad eso te hacia increíblemente especial para mí. Por todo esto yo sin querer ya comenzaba a darle vueltas a la cabeza una y otra vez, como una chica así, con una vida estructurada y planificada, con las ideas claras, con un círculo de amistades que tenían unas posibilidades muy superiores a las mías, como alguien así se iba a fijar en un chico que era un desastre, que no iba al instituto casi nunca, que tenía problemas con los profesores, que suspendía, que lo habían expulsado de varios centros escolares, a mayores había que sumarle las lesiones e infinidad de problemas Médicos, que día si día también estaba por alguna u otra razón en el hospital, ya fuera por mi propia salud, o por lesiones del deporte o por peleas o problemas los sábados por la noche, ¿cómo alguien tan perfecta, inteligente y organizada podría fijarse en un chico lleno de problemas cuya vida era un desastre?.
Sin saberlo ya te quería, era en lo único en lo que pensaba, me daba cuenta que algo especial sucedía cuando estaba a tu lado, me ponía excusas para negar lo que estaba pasando, no quería enamorarme, no sabía lo que era estar enamorado y en verdad no lo sabía, todo lo que hubo en mi vida por aquellos años no dejaban de ser ligues o momentos puntuales, nunca había sentido con tal claridad la necesidad de permanecer al lado de alguien con tal intensidad, es por eso que no entendía lo que me pasaba, porque nunca antes me había pasado algo así, por eso trataba de negármelo a mí mismo una y otra vez, cuanto más tiempo pasaba más ganas tenia de quererte y de estar a tu lado y más fuertes eran mis ideas de negación para tratar de contrarrestar mis sentimientos amorosos y en esta batalla de dimes y diretes conmigo mismo el echo de que una chica como tú nunca se fijara en alguien como yo era el máximo exponente, era mi mejor y más fuerte arma para mantenerte alejada de mis pensamientos, aun así poco a poco esto resultaba inútil pues tu ya colapsabas todos mis pensamientos, cuando me levantaba pensaba en ti, me dabas fuerzas y un motivo para abrir los ojos porque sabía que cuanto antes comenzara el día antes empezarían a correr las horas y estaría más cerca de verte otra vez, durante el día pensaba en ti y cuanto más se acercaba la hora de vernos más emocionado e ilusionado estaba por ver de nuevo tu sonrisa aparecer en el fondo de aquel lúgubre y vacío instituto que se llenaba de luz cuando aparecías, cuando me iba a casa repasaba todos y cada uno de los momentos que habíamos compartido, repasaba conversaciones para tratar de ver señales, guardaba y colocaba minuciosamente la información sobre tu vida en mi mente para ir poco a poco completando el rompecabezas que era tu vida dentro de la mía, sin ser consciente y sin importar las inclemencias del tiempo, lluvia granizo, frio, oscuridad o viento de la noche, cuando quería darme cuenta ya estaba en el trabajo de mi madre esperando por ella para poder irme a casa envuelto en tu calor y presencia sin importar que en la realidad estuviera muerto de frío, calado de agua hasta los huesos o hasta el cuello de deberes y presiones en mi vida, nada importaba después de ti, tu recuerdo y los momentos banales que habíamos compartido juntos durante clase lo llenaba todo antes durante e incluso después, luego por la noche cerraba los ojos y te veía con más fuerza que nunca, te encontraba en mis sueños y te perdía en mi vida, eso no me gustaba, me decepcionaba, hacía que poco a poco el corazón se me rompiera un poquito más, pero de todas formas daba igual por que un nuevo día amanecía y sabía que cada vez faltaba menos para al fin volverte a ver y poder así despertarme con ganas Ilusión y fuerzas renovadas para volver a encontrarme con tu sonrisa, para perderme en la profundidad y claridad transparente de tus ojos, para dejar que mi alma y mi corazón soñaran despiertos a tu lado durante esa irrelevante clase, encerrados entre cuatro paredes, rodeados de gente que desaparecía para quedar tan solo tu y yo en aquel lugar, perdiéndome por completo en el mágico presente que superaba con creces cualquiera de mis sueños, pues la realidad a tu lado era mejor que cualquier sueño que pudiera imaginar.
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