Si tuviera que
resumir con una frase mi vida diría que dentro de lo bueno y lo malo he
tenido la suerte de hacer lo que he querido y de ir a donde me han querido.
En esta época tan mala y desastrosa para todos en general, donde millones de
familias están sufriendo y atravesando situaciones limite creo que es
importante resaltar esto y también es momento para sentirme especialmente feliz
por luchar por lo que siento sin tener que preocuparme por otras circunstancias.
En la vida
aunque parezca mentira existe una inmensa mayoría de personas que tienen que
hacer labores que no les gustan para subsistir, no todo el mundo puede dedicarse
a lo que es su pasión, no todos podemos disfrutar de nuestro trabajo, ¿Quién de
vosotros no ha tenido que trabajar alguna vez en algo que no le gusta o incluso
que odia por el simple hecho de que necesita el dinero?, muchas personas deben
trabajar en algo que no les gusta o que odian por el simple hecho de llevar un
sueldo a su casa, por ello las personas que como yo hemos tenido la inmensa
fortuna de hacer algo que amamos y lo que es mas importante, el haberme movido
siempre hacia lugares donde me he sentido extraordinariamente querido es sin
duda un privilegio. No puedo decir abiertamente que tenga el trabajo de mis
sueños por que os mentiría, pero si tengo un trabajo que es increíblemente gratificante,
que me permite ayudar a los demás y mejorar su calidad de vida, no es el trabajo
ideal, pero no me rindo y el año que viene espero dar el primer paso para
luchar por el segundo trabajo de mis sueños y quizás uno de los objetivos más
grandes de mi vida.
Tuve la infinita
suerte haber disfrutado cada segundo del futbol desde el primero al último, me sentí
inmensamente querido allí a donde fui, hoy en día sigo recibiendo cartas de
apoyo y palabras de reconocimiento desde un montón de lugares, es un cariño que
jamás podre devolver, siempre me sentiré en deuda con todas aquellas personas
que sin casi conocerme decidieron darme todo su cariño sin pedir nada a cambio,
nunca podré explicar lo que uno siente cuando esta haciendo algo que ama y la
gente le agradece el hecho de hacerlo, siempre pongo el mismo ejemplo, imagina
que tu pasión es comer pizza, ahora imagínate que de un día para otro estas
comiendo pizza y de repente llega gente a aplaudirte, darte las gracias o a
decirte que quieren parecerse a ti, tu simplemente haces algo que te encanta,
que es tu vida, lo único que piensas desde que te levantas hasta que te
acuestas que es comer pizza y por una razón que no entiendes hay gente que
decide quererte por ello, nunca podre devolver ese cariño, nunca podré entender
porque entre todos los jugadores decidisteis demostrarme un afecto especial a
mi, nunca entenderé que pasados los años, casi 14 años fuera del futbol ya, sigáis
dándome muestras de afecto. Detrás de todo el dolor, las secuelas y el
sufrimiento de las lesiones me siento afortunado de haber tenido la oportunidad
de luchar por mi pasión y perseguir mis sueños y ambiciones pues no todo el mundo
tiene esa oportunidad. Vivir en dos ciudades tan diferentes con mi familia a
cientos de kilómetros y sentirme como en casa es sin duda un privilegio. (MÁS)
Cuando el futbol
se fue no pude evitar sentirme algo vacío, me centré un poco mas en los estudios
y pasados unos años cogí una mochila y me fui a recorrer Europa (AQUI) sin
nada, un poco de ropa y ganas de moverme sin dirección ni destino, después de
casi dos meses volví con todas mis convicciones renovadas, conocí a personas
extraordinarias, me reencontré con el lado mas humano y humilde de mi mismo, dormí
en la calle, estaciones de autobuses, de metro, autobuses, trenes, conocí a vagabundos,
personas humildes y también a gente como yo, viajeros, turistas, muchas gente
que sin conocerme quiso ayudarme pensando que era un pordiosero, yo siempre
rechazaba el dinero o la comida, no la necesitaba, quería esa experiencia, el
ver como las personas en verdad se acercaban a uno y ofrecían su ayuda de
manera desinteresada, todos esos actos de buena fe con un auténtico desconocido
que era yo mismo me reconfortó enormemente, volví a casa cansado, destrozado
pero con las pilas cargadas, con recuerdos inolvidables, con personas
maravillosas y con convicciones renovadas.
Esta última etapa
la podemos catalogar como la mas extraña de todas, me he vuelto ha sentir algo
perdido, es cierto que me he visto involucrado en un proyecto apasionante y a
su vez en un problema con una empresa bastante poderosa de la que espero
hablaros algún día, en si fue para mi una experiencia muy positiva por que hice
en todo momento lo que me hacia feliz, lo que consideraba que podría ayudar a
mas personas y no me deje guiar por el dinero o presiones externas de un futuro
más fácil, fue tentador, pero no caí en sus garras, fui libre de hacer y decidir que era mejor para los demás y una
vez mas me siento afortunado al ver que dentro de lo malo de mi situación física
actual me encuentro en una posición de privilegio para ayudar a que ninguna otra
persona tenga que pasar por lo que he pasado yo y que las lesiones similares a
las mías con el tiempo tengan mejor pronostico y poder dar esperanza a muchos
deportistas que se ven fuera del deporte por algo tan cotidiano como una lesión,
sin duda sus victorias del mañana las sentiré como mías si ellos consiguen
recuperarse gracias a nuestros estudios.
Esa fue sin duda
una situación tensa a finales de año, por otra lado comencé a estudiar una profesión
que no me gustaba absolutamente para nada, llegue como rebotado de otra carrera
a la que no pude acceder, poco después terminaría amando dicha profesión gracias
a los conocimientos que iría adquiriendo, gracias a la satisfacción que crearía
en mis pacientes y gracias a la capacidad que tengo hoy en día de mejorar la
calidad de vida de los demás y de sentirme querido y valorado al respecto que a
fin de cuentas es lo que he buscado toda mi vida, mas allá del dinero o las
oportunidades que me pudieran o me han ofrecido siempre he tomado las
decisiones en función del cariño y el aprecio que me devolvían los demás, nunca
por razones económicas, siempre he estado y estaré donde las personas me
quieran, sin lugar a dudas les debo mucho a las personas que acompañaron y
rodearon ese viaje, convirtiendo una aventura de 4 años que odié en un paseo
maravilloso que desee que no acabara nunca, sin duda otra muestra más de que allí
donde he estado me he sentido extraordinariamente querido, el dinero va y viene
a lo largo de la vida, pero lo que uno siente es irrepetible, eterno e inolvidable,
no hay dinero que pague un recuerdo, un momento especial, un abrazo…las
emociones y los sentimientos convierten momentos ordinarios en extraordinarios,
un día de lluvia, un momento de dolor insoportable puede convertirse en algo
maravilloso e inolvidable en cuestión de segundos si a tu lado esta la persona
adecuada, las emociones y los sentimientos transforman y dan sentido a la vida
y a los momentos, dan sentido y lo llenan todo de significado, el dinero no, creo que soy extraordinariamente afortunado,
no merezco todo este cariño.
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