LIRIOS DE AGUA PARA ELLA: CAPÍTULO 3
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Intentar
describir como descubres el amor es complicado y mas aun si el marco
de tu propia vida lo enfoca como hasta la fecha el amor de mi vida,
pues los años siguen pasando y yo sigo sin encontrar a nadie que
llegue a tu altura, tampoco se trata de sustituirte, simplemente de
encontrar a alguien que me aporte mas o menos de lo que me has
aportado tu, pero eso no ha vuelto a acontecer.
Esos
primeros días fueron raros, no sabia muy bien que hacia allí, no me
gustaba, el horario era horrible, pero algo, no sabría decir el que
me impulsaba a ir a clase. Mi falta de interés era evidente, todo el
mundo veía que no hacia nada, que pasaba de todo, incluso a veces me
llevaba libros del instituto para estudiar durante las clases para
aprovechar el tiempo, lo curioso de todo esto es que iba a clase, aun
a sabiendas que no iba a hacer nada y que llegar hasta allí me
suponía tener que caminar unos 15 minutos, que en principio no
parece tanto, pero si pones que tenia que cruzar un puente, que el
invierno hacia que a las 6 de la tarde fuera de noche y que llovía
día si y día también pues no hacia del trayecto un paseo para ser
sinceros, lo fácil era faltar a clase y ya esta, irme a cualquier
otro lugar a pasar la tarde como hacia constantemente en el instituto
por aquellos años donde pasaba mas tiempo en la calle que en clase,
pero por lo que sea yo iba a esa clase extraescolar, sin saber por
que, algo me impulsaba a ir aunque solo fuera para sentarme en una
silla a hacer deberes del instituto o a mirar a la pared, yo tenia
que ir.
Apenas
un par de semanas transcurridas la profesora se percato de mi falta
de interés y mi pasotismo y aun así decidió darme una oportunidad,
viendo este panorama comenzó a regalarme caramelos, chocolate y
demás dulces a cambio de que hiciera los deberes, era algo ridículo,
una táctica usada con niños pequeños aplicada en un chaval mayor
de edad, aun así mi carácter competitivo y orgulloso me hacia
luchar por ese premio absurdo y carente de valor, así comencé a
hacer los deberes, supongo que este es otro gran detalle de mi
carácter, me gusta luchar por cualquier premio, sea cual sea, no me
gusta perder.
Poco
a poco fui cogiendo interés a la asignatura en si, el llegar a clase
a tiempo me suponía muchísimas dificultades pues vivía lejos y el
horario del instituto me cuadraba algunos días, de todas formas
asistía casi siempre aunque ella y yo todavía ni si quiera
hablábamos, tan solo cruzábamos miradas, yo nos sabia lo que
sentía, supongo que por aquel entonces ya era algo serio de verdad,
pero no sabia interpretar lo que mis sentimientos me querían decir,
era la primera vez que me enamoraba de verdad, no se trataba de un
capricho o un calenton de adolescente, no, aquello era distinto, por
primera vez me había enamorado, por primera vez me enamore, por eso
era incapaz de saber lo que sentía, por que era mi primera vez
sintiendo algo así, nunca lo había sentido.
Sé
que suena estúpido acudir a un sitio en el que no quieres estar,
pero en verdad no sabría explicar el que, pero algo me llevaba a
ir… poco a poco esas miradas comenzaron a ser mas largas e
intensas, poco a poco comencé a entender lo que pasaba. Las semanas
se sucedieron una tras otra, yo que no todavía no me había fijado
en exceso en ti conscientemente (aunque probablemente mi
subconsciente ya se había fijado), pero el hecho de comenzar a
prestar atención para buscar esos premios que la profesora me
ofrecía a cambio de mi participación, me hizo darme cuenta de tus
virtudes, por primera vez escuché tu voz con atención, fue ahí
cuando en verdad me fije en ti. Recuerdo que desde el primer momento
tus ojos me llamaron la atención, unos preciosos, claros y limpios
ojos azules, pero mi falta de interés en ese lúgubre lugar, en la
oscuridad de las tardes de aquel frio y lluvioso invierno me habían
impedido fijarme en la preciosa e interesante chica que se escondía
detrás de esos adorables ojos azules. Tú presencia paso a paso fue
creciendo en mi mente y en mis sentimientos, comenzaste a suscitar
cada vez mas interés en mi día a día, poquito a poco te ibas
apareciendo en mi cabeza sin yo saber o entender el por que, mi
creciente atracción por ti, de la que todavía no era del todo
consciente acrecentó a su vez mi interés por la asignatura, comencé
a no faltar ningún día, comencé a fijarme mas y mas en ti, en esa
chica aparentemente tímida pero llena de confianza, inteligente,
lista y divertida, seguíamos sin hablar, pero había miradas que
decían mas que muchas conversaciones vacías, a decir verdad no
hablaba con nadie de clase mas halla de monosilavos o frases sueltas,
pero poquito a poco se iba tejiendo entre nosotros el inicio de una
amistad, tan solo era cuestión de tiempo, el destino había jugado
sus cartas para cruzarnos en un espacio demasiado pequeño durante
muchos meses, solo era cuestión de esperar a que el tiempo rompiera
el hielo entre los dos y la casualidad que nos había juntado se
convirtiera en certeza cuando las palabras fueran ese mágico canal
de unión que diera inicio a nuestra historia para convertir dos
vidas totalmente distintas y separadas en una sola para los dos, para
convertir lo imposible en posible, una historia común y corriente en
un cuento mágico mas allá de lo extraordinario, dos desconocidos
con caminos y vidas opuestas que por caprichos del destino se
encuentran para no separarse y sin saber como ni porque sienten que
en realidad han estado juntos toda la vida, pues algo muy dentro de
si mismos les dice a gritos sordos que sin conocerse ya se conocían.
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