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Por aquel entonces sentía que estaba viviendo dos vidas, dos dimensiones diferentes en las que era personas completamente distintas con comportamientos casi extremos, por un lado estaba mi instituto habitual, donde era ese niño que pasaba de todo, que no hacia demasiado ruido pero de una forma o de otra siempre estaba metido en problemas y líos en el despacho del director, jefe de estudios etc, y por el otro lado estaba ese otro lugar casi místico donde comenzaba a ser feliz entre comillas, donde tu y yo cada vez hablábamos mas, donde me sentía mas persona contigo, capaz de mostrar ese yo mismo que se me negaba al principio atrapado y aturdido por unos nervios que no acababa de comprender por que nunca en mi vida había sentido algo así por una persona, por una completa desconocida, por fin a pasos desesperadamente lentos y casi agónicos tu y yo comenzábamos a entremezclar nuestras vidas, comenzaba a saber y comprender mas aspectos de tu vida, tu día a día, de ti como persona, de la maravillosa chica que había detrás de esa personita alucinantemente inteligente y perspicaz, conseguía al fin pequeños resquicios de tu intimidad para ir conociendo poco a poco a esa chica inteligente de mirada tierna, limpia y cálida que me atrapaba cada vez mas en la dulzura y suavidad su sonrisa mientras me perdía embobado en la profundidad de esos infinitos y cristalinos ojos azules, aspectos, que me permitieran ir poco a poco colándome en tu vida, saber que tipo de música te gustaba, tu película favorita, el nombre de tus amigos, pequeñas banalidades que sin embargo me hacían infinitamente feliz pues me permitían conocerte mas, sentir que aunque fuera despacio nuestra relación y amistad estaba creciendo, que te ibas sintiendo lo suficientemente cómoda a mi lado para que pudiéramos hablar de tu vida por absurdos e intrascendentes que fueran esos detalles yo los grababa a fuego en mi memoria, pues por aquel entonces esas novedades, el estar contigo hablando era lo poco destacable en mi monótona y vacía vida mas allá de esas cuatro paredes, de las absurdas clases y mi cruda y fría relación familiar, la melodía de tus palabras y el sonido de tu risa era mas que suficiente para darme fuerzas suficientes para tragar todos los sinsabores y amarguras diarias y aguantar al menos el tiempo suficiente para volverte a ver. Como iba diciendo antes de enrollarme en lo maravillosos y casi mágicos que eran esos momentos mas personales, sentía ya que estaba en un mundo aparte, fuera de esa actividad extraescolar que compartíamos mi vida era un caos, vicia de motivaciones, llena de problemas, inseguridades, dolor, pastillas, médicos etc, sin embargo cuando estaba contigo durante esa escasa y efímera hora y media nada mas importaba que no fueras tu, mis problemas desaparecían y mi personalidad se tornaba en ese chico de palabras nerviosas atropelladas y en muchos casos sin sentido que a ti tanto te hacían reír y que consecuentemente me hacían reír a mi también pues verte feliz, ver como esos ojos azules se iluminaban todavía mas risueños que de costumbre al escuchar mis torpes palabras me hacía sentir afortunado de ser el causante de tu alegría y de poder estar allí para contemplar la risa entre tus labios y ese pequeño hoyuelo en el lado derecho de tu mejilla que se te forma cuando sonríes, ese Benjamín de instituto que pasaba de todo, que se metía en líos, que faltaba a clase, no atendía, no hacia los deberes, contestaba a los profesores etc, se tornaba en un alumno modelo, que a pesar de no entender nada trataba de atender para poder entender algo, aunque a decir verdad nunca lo conseguía daba igual el empeño que pusiera en ello, poco a poco tu ibas enseñándome y ayudándome en lo que buenamente podías, estaba convencido que por aquel entonces pensabas que era completamente estúpido y que no había nada dentro de mi cabeza y en verdad no había demasiadas cosas para ser sincero, solo un puñado de sentimientos y emociones nuevas, un montón de temas e información que era incapaz de entender y la creciente presencia de una chica que dejaba de ser una desconocida y comenzaba a ocupar mas y mas espacio en mis pensamientos haciendo que los problemas y dificultades de mi vida semejaran cada vez mas pequeños ante tu presencia.
Por aquel entonces sentía que estaba viviendo dos vidas, dos dimensiones diferentes en las que era personas completamente distintas con comportamientos casi extremos, por un lado estaba mi instituto habitual, donde era ese niño que pasaba de todo, que no hacia demasiado ruido pero de una forma o de otra siempre estaba metido en problemas y líos en el despacho del director, jefe de estudios etc, y por el otro lado estaba ese otro lugar casi místico donde comenzaba a ser feliz entre comillas, donde tu y yo cada vez hablábamos mas, donde me sentía mas persona contigo, capaz de mostrar ese yo mismo que se me negaba al principio atrapado y aturdido por unos nervios que no acababa de comprender por que nunca en mi vida había sentido algo así por una persona, por una completa desconocida, por fin a pasos desesperadamente lentos y casi agónicos tu y yo comenzábamos a entremezclar nuestras vidas, comenzaba a saber y comprender mas aspectos de tu vida, tu día a día, de ti como persona, de la maravillosa chica que había detrás de esa personita alucinantemente inteligente y perspicaz, conseguía al fin pequeños resquicios de tu intimidad para ir conociendo poco a poco a esa chica inteligente de mirada tierna, limpia y cálida que me atrapaba cada vez mas en la dulzura y suavidad su sonrisa mientras me perdía embobado en la profundidad de esos infinitos y cristalinos ojos azules, aspectos, que me permitieran ir poco a poco colándome en tu vida, saber que tipo de música te gustaba, tu película favorita, el nombre de tus amigos, pequeñas banalidades que sin embargo me hacían infinitamente feliz pues me permitían conocerte mas, sentir que aunque fuera despacio nuestra relación y amistad estaba creciendo, que te ibas sintiendo lo suficientemente cómoda a mi lado para que pudiéramos hablar de tu vida por absurdos e intrascendentes que fueran esos detalles yo los grababa a fuego en mi memoria, pues por aquel entonces esas novedades, el estar contigo hablando era lo poco destacable en mi monótona y vacía vida mas allá de esas cuatro paredes, de las absurdas clases y mi cruda y fría relación familiar, la melodía de tus palabras y el sonido de tu risa era mas que suficiente para darme fuerzas suficientes para tragar todos los sinsabores y amarguras diarias y aguantar al menos el tiempo suficiente para volverte a ver. Como iba diciendo antes de enrollarme en lo maravillosos y casi mágicos que eran esos momentos mas personales, sentía ya que estaba en un mundo aparte, fuera de esa actividad extraescolar que compartíamos mi vida era un caos, vicia de motivaciones, llena de problemas, inseguridades, dolor, pastillas, médicos etc, sin embargo cuando estaba contigo durante esa escasa y efímera hora y media nada mas importaba que no fueras tu, mis problemas desaparecían y mi personalidad se tornaba en ese chico de palabras nerviosas atropelladas y en muchos casos sin sentido que a ti tanto te hacían reír y que consecuentemente me hacían reír a mi también pues verte feliz, ver como esos ojos azules se iluminaban todavía mas risueños que de costumbre al escuchar mis torpes palabras me hacía sentir afortunado de ser el causante de tu alegría y de poder estar allí para contemplar la risa entre tus labios y ese pequeño hoyuelo en el lado derecho de tu mejilla que se te forma cuando sonríes, ese Benjamín de instituto que pasaba de todo, que se metía en líos, que faltaba a clase, no atendía, no hacia los deberes, contestaba a los profesores etc, se tornaba en un alumno modelo, que a pesar de no entender nada trataba de atender para poder entender algo, aunque a decir verdad nunca lo conseguía daba igual el empeño que pusiera en ello, poco a poco tu ibas enseñándome y ayudándome en lo que buenamente podías, estaba convencido que por aquel entonces pensabas que era completamente estúpido y que no había nada dentro de mi cabeza y en verdad no había demasiadas cosas para ser sincero, solo un puñado de sentimientos y emociones nuevas, un montón de temas e información que era incapaz de entender y la creciente presencia de una chica que dejaba de ser una desconocida y comenzaba a ocupar mas y mas espacio en mis pensamientos haciendo que los problemas y dificultades de mi vida semejaran cada vez mas pequeños ante tu presencia.
Estas
pequeñas pero cada vez mas constantes interacciones entre los dos no
hicieron mas que impulsarme a seguir con mi buena conducta en clase,
sentía que esa seria la mejor forma de irme acercando a ti, si tu
veías en ese chico despistado y tonto algunos rasgos similares a los
tuyos que te impulsaran a conversar conmigo, así que con el paso de
las semanas no solo fui prestando mas atención paulatinamente sino
que también mi comportamiento en clase dio un giro radica del
pasotismo inicial a un carácter intachable y atento, tratando de
hacer todo lo que estuviera en mi mano para aprender y aportar algo
durante la clase y en los ejercicios que generalmente solíamos hacer
juntos, desafortunadamente no salía salir nada bien pues seguía sin
enterarme de nada y este echo de no entender a su vez hacia que me
aburriera como una ostra, independientemente nada de eso importaba
pues me sentía por momentos mas cerca de ti que nunca, cada vez con
mas palabras entre ambos, menos conversaciones ocasionales por
obligación pura y dura y mas conversaciones desenfadadas como
amigos, cuando el timbre sonaba volvía a mi vida apática,
problemática, aburrida y dolorosa, a ignorar los deberes del
instituto y a pasar de todo lo que me decían aquellos profesores,
contigo todo era
diferentes, en apenas un mes y guarecido bajo tu presencia me sentía
mejor, tenia una motivación mas allá del fútbol o mi estado físico
y de salud, el simple hecho
de verte provocaba en mi que cambiara el chip y me trasformara en una
versión completamente nueva de mi mismo, me transformabas en alguien
mejor, me comportaba en clase, solía hacer los ejercicios (no solo
por que la profesora me motivara a hacerlo regalándome chocolate
como ya explique), sino que también era la única actividad que
continuaba haciendo en casa, quería ser mejor, en verdad quería
darte una impresión aceptable, pues estaba convencido que por mi
forma de balbucear y de actuar en clase pensabas de mi que era
totalemente imbécil, por eso en aquel lugar especial modificaba por
completo mi personalidad para darte una impresión de algo que quizás
no era en mi día a día, pero que por otra parte a lo mejor quería
llegar a ser, pues siendo así era feliz pues me permitía estar mas
tiempo a tu lado, crecer poco a poco como persona e ir conociendo mas
íntimamente a esa chica que por aquel entonces sin yo saberlo ya me
había robado el corazón. Apenas tenia detalles o conocía tu vida,
tu día a día y cuanto mas iba sabiendo mas ganas tenia de saber
todos y cada uno de los detalles que despertaran en mi mas interés e
incertidumbre que me dieran pie para imaginar y crear mi propia
imagen mental de una chica que independientemente de lo que pensara
en mis sueños superaba mis expectativas en la realidad, nunca nada
tan simple fue tan complejo, cualquier
palabra bajo la naturalidad y normalidad de tu presencia conseguían
cambiar por completo el sentido de un día entero, sin ni siquiera
esforzarte, unicamente
siendo sencillamente tu, sin hacer algo estrambotico o llamar la
atención, una chica absolutamente normal, que incluso podía pasar
desapercibida para muchos pero que en mi mundo era capaz de
trasformar lo ordinario en extraordinario, lo normal en excepcional,
momentos banales y vacíos en algo especial saturado de emociones y
sensaciones diferentes y nuevas para
mi.
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Sin duda no es mi tipo de relatos, pero de igual modo me ha parecido que esta muy bien escrito. ¡Nos leemos!
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo enorme